martes, 9 de septiembre de 2008

EL DIA QUE ME RENDI...

Un día decidí rendirme…Abandoné mi trabajo, mi relación, mi espiritualidad…Quería abandonar mi vida.

Fui al bosque a tener una última conversación con Dios. "Dios", pregunté, "Me puedes dar una buena razón para no rendirme?"

Su respuesta me sorprendió... "Mira a tu alrededor," dijo. "¿Ves los helechos y el bambú?" "Si", le respondí. "Cuando planté las semillas de helecho y bambú les di especial cuidado. Les di luz, les di agua. El helecho creció de la tierra con rapidez. Su color verde brillante cubrió la tierra. Pero nada creció de la semilla de bambú. Sin embargo, yo no abandoné el bambú.

El segundo año el helecho creció en forma más vibrante y con más plenitud.
Y de nuevo, nada apareció de la semilla de bambú, pero yo no perdí mis esperanzas en el bambú," El dijo. "En el año tres nada había aparecido de la semilla de bambú, pero yo no la abandonaría.

En el año cuatro, de nuevo, no había nada, pero yo no la abandonaría," El dijo.
"Luego, en el año cinco un pequeño brote emergió de la tierra. Comparado con el helecho era pequeño e insignificante en apariencia….pero solo seis meses mas tarde el bambú creció hasta alcanzar una altura superior a los 100 pies.

Había pasado los cinco años echando raíces. Estas raíces lo fortalecieron y le dieron lo necesario para sobrevivir.